Sunday, July 22, 2007

“Mi vida es solo dolor, desde que perdí a mi hijo en el Taiyo Maru”


Soledad Escobar asegura que vive un calvario desde que su hijo -el bombero Rubén Gómez - perdió la vida en el incendio que se produjo en la embarcación, en Coquimbo, hace tres años. Su dolor es aún mayor si considera que nunca se determinaron las responsabilidades de este caso.

La tarde del 23 de junio del año 2004 no se podrá borrar de la memoria de la señora Soledad Escobar, dado que ese día sufrió la pérdida de su hijo de 24 años, el voluntario del cuerpo de bomberos del puerto, Rubén Gómez Escobar.
El joven combatía el incendio que se produjo en la cubierta de la embarcación Taiyu Maru, cuando el piso donde se encontraba cedió y él cayó a las aguas.
Gómez se convirtió en el primer mártir institucional y sus funerales masivos conmocionaron a los habitantes porteños.
Hoy, cuando han transcurrido 3 años desde la tragedia, la señora Soledad Escobar, vive todavía el luto de la pérdida, dolor que se agudiza cuando asegura que tras una investigación que llevó adelanta la Fiscalía, no se determinaron responsabilidades.
"Estos tres años han sido de mucho dolor. Hay que solo imaginar cuales son los sentimientos que uno tiene cuando pierde un hijo. Además, no se encontró a ningún culpable de lo qué pasó ese día”, dice.
“Hoy no hallo satisfacción en nada porque un hijo es lo más grande que puede tener unos padres"
¿Qué sucedió con la investigación que llevó adelante la fiscalía?
"Se cerró la investigación en la Fiscalía que determinó que no hay responsables. A nosotros no nos avisaron, y según dijeron ellos, no tenían que dar aviso a la familia”
¿Quiénes usted cree que son responsables de la tragedia del Taiyu Maru?
“Los responsables de la muerte de mi hijo están en los jefes de Bomberos y en la Gobernación Marítima. Además, hay que definir quién fue el que llamó a los bomberos para que ellos se presentaran allí, en el incendio. Yo tengo entendido que los bomberos no son para altamar, sino que deben operar en tierra, así que tuvo que existir la orden de un superior que autorizara a los bomberos a subir, porque ningún voluntario iba a subir por si mismo”.
En la búsqueda de una explicación ¿Usted conversó con la jefatura de bomberos de la época?
"Intenté tener una conversación con el teniente Navarro y no sacamos nada. Es más, como padres, nos sentimos humillados por él porque cuando nos recibió, nos preguntó si andábamos detrás de dinero y nosotros sabemos que ni todo el dinero del mundo, nos devolverá a nuestro hijo”.
“Lo único que anhelamos es saber quien participó en el operativo donde mi hijo encontró la muerte”.
¿Qué versión recibió usted de los hechos?
“A mi me informaron que estaba desaparecido. Lo primero que me dijeron fue que él había caído junto al capitán”
Sin embargo, creo que se ocultó la verdad de lo que sucedió, hay algo más que no me han querido decir. Mi hijo no tomó una manguera y se fue caminando. Hay superiores que dieron las órdenes.
¿Cuántos años de instrucción o preparación como bombero tenía su hijo?
Mi hijo ingresó cuando tenía 15 años a la institución, a la segunda compañía. Incluso estudiaba ingeniería en prevención de riesgos en Inacap, porque deseaba seguir apoyando a la institución. Su gran vocación era ser bombero, para él la institución estaba encima de todo”,
¿Alguna vez usted se negó a que él fuese bombero?
No. Pero si como madre le repetía constantemente que tuviera mucho cuidado, le daba mi bendición. Hay que considerar que incluso cuando un hijo se va a la escuela, una madre está preocupada.
“Sin embargo, yo lo entendía, porque era su vocación. Ser bombero para él estaba en primer lugar, lo llevaba en la sangre”
Como dije, él tenía como 15 años cuando ingresó a la segunda compañía. Incluso recuerdo que nosotros (los padres) firmamos una autorización para que él participará en la institución"
¿Hay más voluntarios bomberos en su familia?
“Yo no conozco personalmente a ninguno. Si sé que parientes lejanos, como tíos o sobrinos, habían formado parte de esta institución, pero nunca con la fuerza con la cual se entregaba mi hijo por ser bombero".
¿Qué pasó con la pareja e hijo de Rubén?
“Ella (Jaqueline) sigue viviendo conmigo al igual que mi nieto, Bryan, que ahora tiene 6 años”.
¿La familia fue beneficiada con algún seguro?
“La mamá (Jaqueline) tiene mayores informaciones porque yo no me he metido en ese tema. Se que mi nieto recibe una cantidad de dinero mensualmente, y que en estos momentos la madre es la tutora de esos recursos, que el pequeño recibirá hasta que cumpla los 24 años.
A pesar del tiempo transcurrido, ¿todavía vive con dolor?
“Yo siempre digo que toda madre que pierde un hijo, nunca tendrá paz en su corazón. Si nosotros hemos podido sobrellevar esta pérdida, lo hacemos porque Dios es grande porque tenemos fe en El, y en que algún día El hará justicia, y vamos a estar juntos”.

Tuesday, July 03, 2007

Los esfuerzos por evitar la discriminación




A pesar de los esfuerzos que realiza el equipo profesional, los alumnos y los apoderados del Colegio de Educación especial Luis Braille de La Serena, continúan los inconvenientes para una total inclusión social.

Nicolás Salfate, de 8 años, juega entusiasmado a la pelota con un amigo en los minutos de recreo. Su compañero le envía el balón por el suelo y Nicolás intenta atraparlo con las manos antes que se escape.

La ceguera del pequeño no le impide comportarse como un niño cualquiera y celebra cada una de sus “atrapadas” como si fuese la mejor del mundo.

“Yo escucho el ruido del cascabel que está dentro de la pelota y cuando la siento más acerca, la atrapo”, dice con una sonrisa.

Más allá, dentro de una sala, alumnos del taller vocacional se lamentan de que el día anterior no coordinaron qué materiales utilizarían para la jornada y se quedaron sin preparar –y degustar- nada.

José Luis Díaz, 16 años, reconoce que en el taller, “la pasamos muy bien porque aprendemos a cocinar” y que “a veces, ganamos algo de platita, cuando vendemos algunos de los productos a los papás y mamás que vienen”.

El compañerismo de los jóvenes –algo de lo cual carecen muchos de sus pares en la actualidad- se refleja cuando Marcelo Castro guía a Carlos Ortiz, (“Carlitos”) hasta la sala de talleres.

“Aquí nos apoyamos mucho, y siempre estamos dispuestos a ayudar al otro”, reconoce Castro, quien aprovecha la oportunidad de mostrar algunas de las manualidades en las cuales están trabajando para celebrar el Día del Padre.

En una banca, esperando que lo vengan a buscar está el joven de 21 años Robert Gonzalo Cortés Miranda (21) quien aunque egresó del establecimiento aún acude a éste en busca de apoyo para cumplir su anhelo de convertirse en programador de análisis de sistema.

Cortés explica que utiliza un programa especial que le “lee” cada una de las instrucciones que aparecen en la pantalla de un notebook. Gracias a dicha tecnología y a su propia habilidad está sacando adelante su vida.

“Yo pasé toda mi vida en este colegio y conozco a cada uno de los profesores, quienes me ayudaron a convertirme en una mejor persona y a obtener las capacidades para desenvolverme mejor en el “mundo””, señala. El joven destaca los esfuerzos de quienes estuvieron a su lado durante los años de su niñez

Robert, ciego completamente desde su nacimiento aprendió las denominadas “técnicas” del bastón entre otras que le permiten llevar una vida normal.

“Para nosotros, la verdadera traba está en la discriminación que percibimos en la sociedad. Es verdad que se ha avanzado, pero todavía queda”, reclama. Y añade que percibe cómo las personas de su alrededor lo consideran diferente por ser ciego, cuando el anhela en ser uno más, y no ser mirado como “bicho raro”.

Sus aprehensiones son confirmadas por Mariela Arcos González, presidenta del centro general de padres y apoderados del colegio Luis Braille. Ella tiene tres hijos, dos de los cuales Pamela (9) y José (18) nacieron con la condición de albinismo que perjudica su visión. “Generalmente los niños son morenos o rubios, pero cuando se ve algo distinto, se discrimina. Mis hijos reciben apodos y esas mofas las afectan”, argumenta.

Mariela indica que cuando se requiere, los estudiantes del Colegio Luis Braille acuden al psicólogo para precisamente explicarles a asumir su condición y superar las barreras que les impone la sociedad.

INTEGRACION SOCIAL

María Elisa Jofré Montero, directora del colegio Luis Braille de La Serena señala que el objetivo fundamental del establecimiento es preparar a los niños en todos los aspectos educacionales que les permitan integrarse a la vida educacional normal, a la sociedad y, obviamente a la familia, para lo cual se proporcionan herramientas de habilitación y rehabilitación.
Se cuenta con un equipo multidisciplinario, del área visual, profesores de las distintas asignaturas de técnicas especificas como orientación y movilidad, eficiencia visual, y la preparación de las actividades para la vida diaria, en énfasis está puesto en la funcionalidad, en actividades que les permitan a los escolares ciegos lo más adecuadamente posible”.
“Nosotros podemos recibir a los menores a los pocos días de que éste haya nacido, a objeto de someterlo lo que se denomina nivel de estimulación temprana”, indica Jofré, quien agrega que cuando niños se efectúan todos los esfuerzos para que los niños se integren a un establecimiento educacional normal mediante un proyecto de integración, clases que son complementadas en el colegio Luis Braille.
Enfatiza que la integración y desarrollo de los niños les permite incluso, a los más capacitados, ingresar a la educación superior y obtener un título profesional. Recuerda que durante el año pasado, se recibieron dos abogados ciegos, y que en años anteriores se han obtenido titulados profesores, asistentes sociales, entre otros profesionales. “Nosotros sentimos una gran satisfacción cuando uno de nuestros alumnos obtiene un título en la educación superior”.
Los estudiantes del colegio pueden permanecer hasta los 26 años en el colegio en lo que se denomina nivel laboral. “En este nivel están los alumnos que presentan más de un impedimiento, es decir que además de una ceguera, tienen una déficit intelectual o un déficit motor severo”, precisa.
En este ámbito reciben el apoyo de la organización la Asociación de Ciegos de España, organización que en coordinación con el programa Chile entrega a las personas ciegas la capacitación necesaria para desarrollar oficios como operadores telefónicos, telemarketing e informática avanzada para ciegos.

LA LABOR DE LOS PADRES

Mariela Arcos explica que el centro de padres y apoderados desarrolla una labor en conjunto con la dirección del colegio, profesores y funcionarios, para hacer más amena la labor de los niños. “Con la directora, tenemos una dirección muy cercana: a nosotros nunca se nos han cerrado las puertas”, dice.
La dirigente cuenta que hace dos semanas, realizaron una colecta la cual logró reunir una cifra estimada en un millón de pesos, dineros que se destinarán íntegramente a la mantención y reparación de los vehículos de transporte, los furgones, que transportan a los alumnos desde sus casas hasta el establecimiento y viceversa.
Los vehículos son fundamentales para los estudiantes –aclara- porque sin los furgones que transportan gratuitamente a los menores, muchos de éstos no asistirían “porque, en su mayoría, las familias de los alumnos son de escasos recursos, y las mamás no tienen el dinero suficiente para venir a dejarlos y a buscarlos”.La participación de los padres y apoderados considera que es “buena” porque “cuando necesitamos una unión como por ejemplo, la realización de esta campaña de la colecta, asisten”. Aún así manifiesta que la participación podría ser mejor.

(mayo 2007)