Tuesday, December 14, 2010

Manuel Mundaca: “La Cuarta Región vive un terremoto silencioso”


El Presidente de la Federación Nacional de Agua Potable Rural- FENAPRU, vive en Ovalle, ciudad desde la cual dirige a esta organización que se encarga de suministrar agua potable a cientos de localidades rurales a lo largo del país.
Guillermo Alday Cortés
Luego de una dilatada trayectoria como dirigente y presidente de la Asociación de Agua Potable Rural (APR) de Limarí, Manuel Mundaca, fue elegido como el nuevo mandamás de la federación nacional de estas entidades.
Mundaca comenzó su trayectoria como dirigente del comité pro-casa de la localidad de Sonora Los Acacios, lugar en donde también conformó un comité pro-agua y participó de la instalación de la primera planta de tratamiento de aguas servidas.
Su ingreso al mundo del APR, surge a partir del incentivo del dirigente de la provincia de Elqui, Carlos Peralta.
Limarí, una zona de alta ruralidad, es el centro de operaciones Mundaca quien de inmediato aclara que “como presidente nacional debo preocuparme de todos los comités del país”. Además, recalca que su cargo significa una carga “al cien por ciento”
¿Qué son los comités de agua potable rural?
“Es una organización comunitaria que nació a principios de la década del 60. Primero, operaron como cooperativas de agua potable pero bajo esa modalidad no funcionaron porque la ley de Cooperativas era muy exigente, y se cambió a un programa de comités de agua potable. Hay 174 cooperativas a lo largo del país y del resto 1700 comités de agua potable, los cuales tienen una directiva”
¿Cómo surgen este tipo de organizaciones?
“Empiezan primero como Pro-Agua en una localidad que no tiene agua, consiguen recursos para construir las redes de distribución. El Estado construye las obras, pozos, bombas, redes de distribución, empalmes de agua y se le entrega al directorio del APR para que lo administre y le de agua a la localidad que esta beneficiada”.
¿Cómo federación, cuáles son sus principales objetivos?
“Estamos trabajando desde hace 6 años en una ley de saneamiento rural porque el mundo rural no tiene saneamiento y cuando se construye un alcantarillado es tierra de nadie, ¿Quién se hace cargo, el municipio o el comité?. La dirección de Obras Hidráulicas dice que nosotros sólo tenemos el programa de agua potable y que no nos relacionamos con el tema de las aguas servidas. Nosotros, como federación, planteamos que alguien tiene que hacerse cargo, tanto de la distribución como del tratamiento”.
¿Cuántos comités de agua potable existen en la región de Coquimbo?
“Hay 184 comités correspondiente a la localidades rurales, a donde no llegan las sanitarias, los afluentes, ríos, esteros y quebradas; en los villorrios concentrados, el 100%, tiene agua; sin embargo, ahora se sumaron los semiconcentrados, ampliando las mismas redes de los actuales comités para que no aparezcan pequeños comités.
Con la ley que viene se apunta a la autosustentabilidad del sistema, cuando halla que efectuar una inversión, el comité tiene que hacer un porcentaje de la inversión total, y si seguimos con comités pequeños nunca vamos a lograr surgir”.
¿Cuál es el pago promedio de una familia por metro cúbico de agua?
Al igual que las sanitarias tenemos tramos de uno a diez, once a veinte metros cúbicos. Aquí en la región, no hay ningún comité que este cobrando menos de 300 pesos por metro cúbico”.
En Ovalle, la sanitaria cobra 266 pesos. Nosotros estamos sobre ese promedio porque la mantención de los equipos es cara y hay que tener un remanente cuando aparece un desperfecto, en una bomba, un dosificador de cloro, o en los equipos eléctricos, por ejemplo.
“Al ser una organización sin fines de lucro, cuando aparece un desperfecto a nosotros nadie nos pasa plata y nosotros, con nuestros propios medios tenemos que atacar el problema y no podemos esperar cobrar una plata extra, para recién poder hacer la compra. Por lo tanto, también hay que cobrar una tarifa para reparaciones, precio que también es regulado por la Dirección de Obras Hidráulicas: la asistencia técnica hace un estudio tarifario que proponen cuánto se puede cobrar para la mantención de los equipos”.
¿Cómo es el comportamiento de pago de los usuarios de los sistemas de agua potable rural?
“Antes había morosidad de más de dos años. Hicimos un frente fuerte y estamos haciendo lo mismo que hace la sanitaria que es cortar el servicio a los dos meses de atraso. Hemos tenido que, desafortunadamente, tomar ese camino porque era mucha la morosidad, sobre el 60 o 70 por ciento”.
¿El agua que ustedes entregan sólo sirve para las actividades domésticas o hay posibilidad de que se utilizan para otros usos, como el riego?
“Solamente es para el consumo humano. La razón es que es cara y escasa. Hay que pensar que para producirla hay pozos de 60 y hasta 100 metros, y veces hay que bombear cuatro o cinco veces y los equipos que hacen esa tarea son caros. Regar un árbol con esta agua es súper caro, es mejor comprar los productos en la feria”.
¿Los comités necesariamente deben conseguir el agua desde las napas subterráneas?
“En esta zona, todos dependemos de las napas subterráneas. No sucede así en el sur del país, donde se cobra en promedio cien pesos, ya que ellos obtienen el agua a través de vertientes y no deben utilizar equipos de bombeo. Ellos cloran y distribuyen y no tienen mayor gasto”.
¿En años secos se dificulta la obtención del agua? ¿Cuál es el panorama actual?
“Desde hace siete años atrás, nosotros le hemos dicho a las autoridades que aquí ha ocurrido un terremoto silencioso, porque cada vez se nos dificulta más la obtención del agua porque las napas se van cada vez más hacia abajo y hay que nuevamente invertir en perforaciones y excavaciones”
¿Dónde se vive la mayor crisis?
“Tenemos un tema crítico en la comuna de Combarbalá, donde hay varios comités que tienen sus napas sin agua, otros que trabajan a medias. Ante esta realidad, la municipalidad tiene que estar entregando el agua a través de camiones aljibes. Ya no podemos descubrir el agua por nuestras propias manos, sino que vamos a tener que usar equipos de sondajes para perforar e ir en la búsqueda del agua que está hacia abajo”.
¿Cómo se comportan los municipios en la tarea de distribución con los camiones aljibes?
“En algunos lugares existe molestia por la demora porque por ejemplo cada 15 días le dejan 100 litros de agua para una familia. Además, cuando ocurre algún desperfecto, los camiones deben estar dos o tres días en los villorrios concentrados repartiendo el agua, acción que va en desmedro de las otras localidades. Además, es habitual que los municipios no cuenten con recursos para hacerles mantención a sus máquinas y la mayoría del tiempo, tienen sus vehículos en pana. Es crítica la situación. Casi siempre son municipalidades pobres y los recursos que se entregan son pocos.
¿La municipalidad está obliga a efectuar el servicio de entrega del agua potable?
“A pesar de que el programa corresponde a la Dirección de Obras Hidráulicas del ministerio de Obras Públicas donde existen los comités de agua potable, en los lugares donde éstos no existen es obligación de los municipios el entregar el agua, y el deber de nosotros como dirigentes es asegurar la calidad y cantidad del agua, esto último en algunas localidades, derechamente, no se puede hacer, porque no se han recargado las napas”.

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