Sunday, November 21, 2010

El difícil y eterno dilema de los perros vagos




* Sesenta mil canes vagan sin rumbo sólo en las ciudades de La Serena y Coquimbo. El problema sanitario es de difícil solución. Mientras las municipalidades no cuentan con los recursos necesarios para enfrentar esta problemática, el Ministerio de Salud no tiene entre sus atribuciones el intervenir en estos casos.


El llamado comúnmente mejor amigo del hombre aparece prácticamente en cada esquina de La Serena y Coquimbo. Según cifras entregadas por la Secretaría Regional Ministerial de Salud, en estas ciudades habría 65 mil perros callejeros y vagos, es decir, un animal por cada cuatro habitantes.
A la molestia que provoca la excesiva presencia de canes se suma los inconvenientes sanitarios que éstos acarrean. Según el seremi de Salud, Osvaldo Irribarren, los perros son portadores de siete enfermedades, tres de ellas necesariamente mortales para el hombre, siendo la de mayor gravedad la hidatidosis.
Además, está el tema de los ataques. En Coquimbo, durante el año pasado, 300 personas fueron víctimas de mórdidas.
Iribarren reconoce que la proliferación de perros callejeros y vagos no es “un tema de fácil solución”. Argumenta que los organismos llamados a controlar esta situación son las municipalidades, muchas de las cuales, desafortunadamente, no cuentan con los recursos suficientes para resolver esta problemática.
Por otro lado, de acuerdo a las facultades impuestas al Ministerio de Salud, éste sólo puede intervenir cuando se detecta un brote de rabia. “En ese caso, el personal del Ministerio identifica al animal portador, procede a su retiro de circulación y luego a su eutanasia”.
“No hay ninguna otra situación en que nosotros podamos intervenir y, por lo tanto, no tenemos una capacidad resolutiva al respecto”; recalca.
El seremi diferencia entre el perro vago y el callejero. Mientras el primero, es muy temeroso de las personas y no ocasiona mayores problemas de ataque; el segundo, en tanto, tiene dueño y un mayor sentido territorial por lo que es más habitual que sea responsable de ataques.
Indica que al respecto existe una solución: La vía legislativa. “Los parlamentarios deben establecer una legislación que sea clara y que defina las responsabilidades (…) se debe legislar fuera de las presiones de grupos como los protectores de animales”, precisa.
En concreto, la única forma de atacar el problema es la esterilización tanto de machos como de hembras, un procedimiento que significa la entrega de recursos a un organismo definido para la ejecución de un programa de gran envergadura.

TRASLADO DE RESPONSABILIDAD

Este jueves, el alcalde de La Serena, Raúl Saldívar, sostuvo una reunión con el seremi de Salud, Osvaldo Iribarren, para abordar esta problemática. El objetivo del edil es buscar algún tipo de alianza que permita la entrega de financiamiento para ejecutar esterilizaciones, el único camino posible para frenar la proliferación de perros vagos o callejeros.
El edil serenense es enfático en su mensaje. “Esperamos que el Ministerio de Salud tome las cartas en el asunto que dice relación con la tenencia responsable de mascota y particularmente con los efectos negativos que se generan cuando no existe esta tenencia responsable y que se traduce en la multiplicación de perros vagos en la calle y con canes que están enfermos y en estado terminal”, expresa.
“Para nosotros como municipios (y recalco el plural) y particular, la multiplicación de los perros vagos es un problema serio. Hoy existe un perro por cada cuatro habitantes”, agrega.
A su juicio, esta es una situación que ya no debe ser abordada por los municipios, sino que tiene que haber una solución de Estado. Saldívar plantea que “no hay una política definida y clara al respecto” y que esto genera una constante controversia entre los municipios y los grupos defensores de los derechos de los animales.
Saldívar detalló que tienen un canil, que, reconoció, ha sido criticado algunas veces, pero en otras, ha recibido las correspondientes felicitaciones. “Es un canil que tiene una demanda permanente de personas que manifiestan que tienen un perro enfermo o que necesitan que retiren un perro agresivo o que advierte de una leva de perros (…) La cantidad de llamadas que se reciben da cuenta que la existencia de este canil se justifica, por lo tanto resuelve una infinidad de problemas que son propio de las existencia de canes en la calle”.
La autoridad edilicia reconoce que los chilenos dicen ser amantes de los perros, “pero ojalá existiese un mayor control y la responsabilidad de manejarlos en su alimentación o enfermedad y en los recintos por donde ellos circulan”.
Saldívar explica que desde las arcas municipales se destinan 70 millones de pesos al año para la mantención del canil o para programas de esterilización, entre otras acciones. Durante el año pasado se esterilizaron 600 perros y este año serán 1.200 en total con recursos 100% municipales.•2801i

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