Friday, November 24, 2006

REPORTAJE-PUEBLO DIVIDIDO


Caimanes: el pueblo dividido por un tranque

* Mientras unos quieren que las obras de construcción del tranque de relaves se paralice de inmediato debido a que consideran que su principal sustento –la agricultura- será afectado, otros anhelan que el proyecto siga adelante, dando empleo a alrededor de 200 habitantes de la localidad.

Ni el matrimonio de Pamela Díaz ni los goles de Matías Fernández son tema de conversación en las casas de los habitantes de la localidad de Caimanes. Aquí no se habla de otro tema que no sea el tranque de relaves de El Mauro, que en sus cercanías construye la compañía minera de Los Pelambres, ligada al holding empresarial Luksic.
Es que el pueblo está dividido. Si antes eran los colores de la Chile o del Colo, o la tradicional identificación política de la derecha o la izquierda, en la actualidad, lo que marca la diferencia es la iniciativa que se cierne sobre sus cabezas. Porque si algunos la defienden, otros la atacan con virulencia.
Quienes defienden el proyecto, ofrecen como argumento que las faenas han significado el verdadero renacimiento del pueblo que antes estaba prácticamente “muerto”. Los que quieren que el tranque se vaya, también utilizan la palabra muerte en su explicación: El Mauro será la lápida de Caimanes, y de la agricultura en particular.
Inés Ordenes, presidenta de la Junta de Vecinos de Pupío, reconoce que “ahora, tenemos muchos problemas de convivencia” y que “antes no éramos así”. “Ellos (quienes están a favor del proyecto) nos ignoran mucho”.
La dirigente cuenta que incluso la división ingresó a su propio hogar, cuando su hijo de veinte y tantos años trabajó para El Mauro. “El se fue a trabajar, y le dijeron que tenía que olvidarse de la junta de vecinos e inscribirse en la número 5, pero luego de conversarlo, él optó por quedarse sin trabajo”, precisa.
La preocupación de la dirigente, indica, se confirma cuando al lugar han tenido que ir a efectuar rondas personal de Carabineros e Investigaciones, quienes antes ni se veían en el poblado.
Tras el fallo de la Tercera Corte de Apelaciones de Santiago, que revocó un permiso de la Dirección General de Aguas para la construcción del tranque de relaves, la polarización de los bandos se ha agudizado.
Carlos Cortés, coordinador de la junta de vecinos 5, que respalda la presencia de Los Pelambres, reconoce que "no hay cercanías de dialogo" y que "la verdad es que no tenemos relación". Además, agrega que "luego del fallo de la Corte de Apelaciones, las posiciones se han radicalizado" y que "nos negamos a este tipo de personas porque no representan a la comunidad de Caimanes.
En Caimenes viven 1200 personas aproximadamente.

EN CONTRA

Myrella Ardiles, presidenta de la Junta de Vecinos Nº4 de Caimanes, ha sido una de las personas que ha liderado el movimiento en contra de la presencia del megaproyecto de la compañía minera, al que consideran como el causante de la disminución de los caudales de agua y de una eventual contaminación del lugar. “Nuestro principal problema es la falta de agua y el temor de quedar debajo de un tranque que es el más grande del mundo”, expresa.
Ardiles afirma que tras el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago que acogió sus argumentos y que revocó un permiso de la Dirección General de Aguas para la construcción, “lo primero que querremos es que la justicia actúe y se paralice la obra”.
La dirigente aclara que su demanda es en contra de la DGA que fue el organismo que autorizó la ejecución de las obras y no en contra de la empresa Los Pelambres, por lo tanto es a la DGA a quien le corresponde notificar a la empresa que ésta debe detener los trabajos.
La mujer recuerda que Los Pelambres ha dicho en todos los medios de comunicación que seguirán trabajando. “Eso nosotros lo encontramos injusto porque si existe una resolución, se debe paralizar todo”
Mireya Ardiles cuenta que desde hace más de 5 años que mantienen una lucha por dar a conocer “su” verdad: “la autorización a Los Pelambres solo se trató de una resolución política porque se votó cuando ni siquiera estaba el estudio completo”
“Cuando se efectuó la votación en la Corema, se votó detrás de un escritorio, nunca hubo una visita a terreno. En cambio, ahora (los ministros de la Corte) votaron con documentación en mano”.
Para conseguir los argumentos necesarios para la demanda, los dirigentes recurrieron a expertos y técnicos del mismo nivel del que posee la empresa minera, asegura.
Por su parte, Inés Ordenes, presidenta de la Junta de Vecinos de Pupío, confirma los argumentos de Ardiles en el sentido de que el agua ha disminuido su caudal. “Habíamos tenido sequías pero nunca antes como la que está sucediendo ahora, cuando hay plantaciones nogales que se están secando, muriendo”, relata.
Frente a la verdadera lucha de representatividad, que existe en el lugar, la dirigente manifiesta que la Junta de Vecinos que ella encabeza reúne a alrededor de 100 personas de la localidad.

A FAVOR

Carlos Cortés, coordinador de la Junta de Vecinos Nº 5 de Caimanes, está al otro lado de la vereda. El considera que el proyecto de construcción del tranque de relaves El Mauro ha significado el renacimiento del pueblo, donde, reconoce, antes sólo vivían los jubilados y uno que otro minero que se aventuraba en los yacimientos de la zona.
“Antes de este proyecto, la economía de Caimanes se basaba en pequeñas minas de cuarzo, y hoy con el bajo valor de ese metal, nadie las trabaja, las están cerrando; además, los jóvenes debían emigrar en busca mejores expectativas, porque o se vivía de la pequeña minería o de las jubilaciones de la gente mayor”, analiza.
Cortés argumenta que el cierre de El Mauro significará dejar en la calle a cientos de familia de la comuna de Los Vilos, donde se concentran las operaciones de construcción. Según sus estimaciones, 170 personas de Caimanes trabajan en este proyecto; a las cuales se suman otras 500 de Los Vilos y del Valle de Quilimarí. En definitiva, sólo de este comuna del Choapa, alrededor 700 trabajadores cumplen labores para El Mauro”
“Nosotros no apoyamos a la minera en si, si no que al trabajo que ésta genera”, enfatiza.
Frente a quienes serían sus opositores en esta refriega, afirma que en Caimanes, no hay una actividad que se denomine agricultura. “Aquí, hay cero plantación, no hay plantada ni una lechuga ni un tomate en las casas, porque todo se trae de afuera”, indica.
Agrega que existen plantaciones de nogales, pero que sus propietarios extraen el agua desde la quebrada El Rincón, que es distinta a la quebrada de El Mauro. Por ello, indica que los argumentos presentados a la Corte de Apelaciones “tergiversaron la verdad”.
Sus palabras son reafirmadas por el gerente de Asuntos Externos de la Compañía Minera, Fernando Crisosto. “En Caimanes no hay agricultores y los que existen se pueden contar con los dedos de la mano. No hay una asociación de regantes ni de agricultores como se presentó en la demanda. Estas organizaciones son de papel, inexistentes, las que han logrado crear la visión de que existe una gran organización de agricultores y que el valle del Pupío es un vergel.

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Myrella Ardiles, presidenta de la Junta de Vecinos Nº4 de Caimanes: “el temor de quedar debajo de un tranque que es el más grande del mundo”.


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Carlos Cortés, coordinador de la Junta de Vecinos Nº 5 de Caimanes: “el tranque significa empleo para alrededor de 170 caimaninos”.

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La localidad de Caimanes está dividida en opiniones por el proyecto de tranque de relaves de El Mauro.

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